Cada año hacemos una lista de cosas que queremos
mejorar en nuestra vida. La hacemos y comenzamos con muy buenas intenciones,
pero pocas veces las logramos. Este año analiza cuáles propósitos son
alcanzables y da tu mejor esfuerzo para cumplirlos. Aquí te dejamos una lista
de objetivos y metas que podrías proponerte cumplir:
- Hacer ejercicio
- Aumentar la productividad en mi trabajo
- Ahorrar dinero
- Colaborar en causas justas
- Hacer algo bueno por alguien todos los días
- Encontrar pareja
- Comprarme…
- Bajar de peso
- Dejar de beber
- Dejar de fumar
- Comer más saludable
- Beber más agua
- Buscar nuevos amigos
- Ser más cariñoso(a) con mi pareja
- Vivir con menos estrés
- Dedicar más tiempo a …
- Viajar
- Ser más ecológico
- Visitar más a mis amigos y a mis familiares
- Usar más las escaleras y menos el ascensor
- Mejorar mi habitación
- Leer más
que el año pasado
- Ayudar más en mi casa
- Ser más positivo(a)
- Aumentar mi autoestima
- Decir más “Te quiero” a las personas que amo
- Ir al gimnasio/ponerme en forma
¿Ya tienes tu lista de resoluciones para el 2016? Hacer
listas siempre está bien pero a la hora de la verdad mantener esos propósitos
durante todo un año es un follón y casi siempre pinchamos antes del verano.
Cuentan por ahí que las personas con una lista de propósitos de año nuevo suele
cumplir y aguantar más, que los que no la tienen… A mí todo esto me suena un
poco a cuento chino, el año pasado yo tenía mi lista y creo que terminé
cumpliendo con la mitad de mis propósitos… quizá menos.
El principal peligro que tienen estas listas de
propósitos es que, si fallas, te harás sentir mal. Seguro que hay formas
mejores de hacerlo, ¿no crees?
¿Por qué fallan las resoluciones de Año
Nuevo?
Las listas
ponen orden en el caos y eso nos encanta. De esta forma cada año que llega
tratamos de poner orden en nuestras vidas: orden sobre nuestro peso, orden
sobre nuestras lecturas, orden en nuestros hábitos alimentarios… Orden, orden,
orden. Lo peor de todo es que parece que tenga sentido hacerlo.
El gran problema es que el control tiene un precio
bastante alto y, a menos que seas un monje budista, la fuerza de voluntad es un
recurso valioso y escaso. Además en este mundo todo se rige por ciertas reglas,
todo tiene consecuencias: si tratas de ejercer control sobre algo, perderás el
control sobre otro aspecto de tu vida… Al final sentirás que tienes todavía
menos control que cuando comenzaste.
Los propósitos de Año Nuevo te ponen en el camino al
fracaso porque siempre nos centramos en lo que DEBERÍAMOS hacer en lugar de
centrarnos en los que QUEREMOS hacer, que siempre suelen ser cosas muy
distintas. De esta forma las listas de propósitos nos van desgastando y pocas
veces nos sentimos con fuerzas para seguir cumpliendo objetivos pasado mayo.
Una forma mejor de hacer planes
¿Qué tal si por una vez nos centramos en lo que
queremos hacer, en lugar de centrarnos en lo que debemos hacer? Puede que
pienses que es una gilipollez, pero a lo mejor te ayuda un poco y consigues
sacar lo mejor de este 2016 (o 3512, según cuando leas esto). Vamos por partes:
El reflejo
Antes de comenzar con lo queremos para 2016, vamos a
pensar qué fue lo mejor de 2015. ¿Por qué deberíamos hacer planes olvidando por
completo todo lo que hemos hecho hasta el momento? Piensa un poco, recuerda:
¿Qué fue lo mejor de 2015? ¿Qué fue lo peor?
Recordar es bueno y no solo para
hacer listas de propósitos, como escritores la memoria es muy importante. Forzarte a recordar lo mejor y lo peor del año que ha pasado es un gran
ejercicio para los escritores. Tómate un tiempo para reflexionar sobre 2014,
piensa en los propósitos que hiciste, recuerda qué has logrado y qué no has
logrado.
Busca lo que te gusta
Prefiero centrarme en lo que quiero hacer, en lugar de
andar pensando en lo que debería hacer. La mejor pregunta que te puedes hacer
para empezar el año es: ¿Qué quiero hacer este año? ¿Qué quiero conseguir?
Cuando hagas esto no te quedes en medias tintas, no
pienses en esas cosas que te gustaría conseguir como un coche nuevo o que
vuelvan los pantalones de campana y El Chaval de la Peca. Céntrate en lo que
quieres conseguir de verdad, es lo que quieres de verdad.
Si yo pienso en lo que quiero conseguir este año mi
lista de reduce a dos cosas. ¿Por qué tan poquito? Porque la fuerza de voluntad
y las ganas son recursos escasos y hay que saber trabajar con ellos. Si de
verdad te interesa algo y quieres hacerlo, debes poner todos tus recursos en
eso, si tienes demasiados frentes abiertos a la vez no podrás cubrirlos todos y
tarde o temprano perderás esa batalla o lo que es peor: perderás la guerra.
¿Cómo lo hacemos?
Creo que ha quedado bastante claro, pero te lo voy a
repetir por si las moscas, céntrate en esta simple pregunta: ¿Qué quieres?
Así de sencillo, no necesitas saber nada más. Ya
tenemos demasiadas obligaciones en nuestras vidas, ya pasamos demasiado tiempo
olvidando o enterrando nuestras verdaderas aspiraciones. Y no te equivoques,
hay momentos en los que es necesario hacerlo, por ejemplo en el trabajo. Pero
si vas a planear cómo será tu año, deja de ser un estirado, disfruta, sueña. O,
como siempre haces, disponte a tener un año largo y aburrido.
NO seas tonto, ya tendrás tiempo para pensar en lo que
DEBES hacer, ahora céntrate en lo que de verdad quieres hacer.
¿En qué debería centrarme?
Hay tres grandes aspectos que deberíamos tener en
cuenta a la hora de planear nuestro año: Experiencia, Metas y Eliminación.
Experiencia
La pregunta: ¿Qué quieres hacer este año?
Aquí tienes cancha para jugar. Juega un poco,
disfruta: ¿qué quieres ver este año? ¿Dónde quieres viajar? ¿Qué quieres
aprender?
No te centres en tu trabajo —que todos sabemos que es
muy importante. Piensa más allá, piensa en lo que quieres conseguir, en esas
experiencias que quieres vivir este año.
Metas
La pregunta: cuando piensas en el 2016, ¿qué
metas te planteas conseguir?
Supongo que en esta parte es en la que más tiempo
deberías pasar. Piensa en qué proyectos quieres terminar este año, piensa en
qué quieres terminar…¿Qué metas tienes para 2016?
Eliminación
La pregunta: ¿Qué te quieres quitar en encima
en 2016? ¿Hay algo que ya NO quieras hacer?
Siempre hay cosas que nos molestan, cosas que nos
impiden ser lo que queremos ser al 100%. Pueden ser malos hábitos, puede ser un
trabajo que odiamos, puede ser el NO tener ningún trabajo que odiar… ¿Qué
pasaría si lo dejaras? ¿Mejoraría tu vida con ello?
Si pudieras dejar de hacer algo este año, ¿qué sería?
Por norma general es muy jodido añadir cosas a tu vida sin quitarte algunas…
Nuestros discos duros tienen una capacidad limitada.
Seguramente no podrás dejarlo de un día para otro,
recuerda que tienes responsabilidades, pero seguro que podrías planear cuándo y
cómo dejarlo. Hazlo.
¿Por qué?
Se supone que una parte importante del proceso siempre
es la de preguntarnos por qué queremos algo, ¿hay alguna motivación oculta
detrás de ese deseo en particular?
No te quedes con la espuma del mar. Muchas veces
cometemos ese tipo de errores, queremos algo y no pensamos en qué hay detrás de
ese deseo particular, no profundizamos, nos conformamos con satisfacer el capricho
pasajero en lugar de sumergirnos un poco y comprender qué hay realmente detrás
de ese deseo o necesidad. Quizá el coche no es más que la superficie y debajo
de ella subyace un deseo de reconocimiento… Ese es el tipo de cosas que tienes
que descubrir.
Como ya he dicho antes esto no es simplemente algo que
debes hacer para mejorar como escritor o para escribir más este año o publicar
más, esto te sirve para cualquier ámbito de tu vida, y aunque no me gusta mucho
ponerme filosófico en este blog, la verdad es que me canso de ver propósitos y
listas de Año Nuevo que lo único que hacen es ponerte el listón muy alto y
meterte presión… Una presión que me parece innecesaria.
Deja de pensar tanto en lo que DEBES hacer este año y
empieza a pensar en lo que QUIERES hacer, ¿quieres dejar el blog por qué estás
hasta las pelotas? Pues hazlo, estás en tu derecho. ¿Quieres dejar de escribir
porque no te lleva a nada y no te quieres sentir culpable? ¡Pues hazlo también!
¿quién te lo impide? Este año déjate de tonterías, olvídate de los buenos
propósitos y las listas moñas… Este año mandas tú, así que… ¿Qué quieres hacer?
Busca en you tube.
Realiza tu propia lista.